lunes, 17 de septiembre de 2012

El silencio de tus ojos


Estoy bien. Mis ojos tienen sueño más seguido, pero se están acostumbrando. Mis bolsillos siguen vacíos, pero llevan la vida acostumbrados. Mis noches son más oscuras, a veces me encuentro en necesidad de un poco de luz. Ya no sonrío tan seguido, pero no por eso se me van a caer los dientes.  O al menos eso espero, porque el otro día me empezó a doler un poco la muela. Pero creo que me estaba haciendo una jugada. Al igual que mis pies, a veces siento que se cansan más seguido, pero apenas están agarrando el ritmo. Paso a paso. Pero eso si, debo admitir que he estado caminando demasiado estos días.

La escuela me llena de cosas que hacer. Algunas muy interesantes, otras muy interesante-mente cansadas. Proyecto tras proyecto, y yo no me puedo quedar atrás. Paso muchas horas en la biblioteca, y el resto de las horas deseando estar durmiendo. O comiendo. O contigo.

Aquí no para de llover. Y los truenos son unos visitantes muy poco solicitados, pero ellos llegan solos. Me advirtieron que se acerca el frio fuerte, pero considero que por de donde vengo, este frío no será tan poderoso, pero quizá si sea más largo. Eso el tiempo lo dirá.

No me doy cuenta que no soy dueño de mi propio cielo, lo soy sólo de mi pequeño infierno en el que yo decidi vivir. Pero no me asusta estar ahí. No me conoces bien. No es de preocuparse, a veces siento que ni yo me conosco bien. Por más frío que llegue a estar mi té, su miel va a seguir ahí. Es sólo que me estoy cansando un poco de preparamelo sólo. Creo pensar que sabe mejor cuando uno está acompañado. Y más con este pinche frio.

Me quedo con mi silencio, que a veces le da por quererme hablar.
¿No te ha pasado?

1 comentario:

Beloved dijo...

Sentí el nudo en la garganta.
Me da gusto saber que estas bien, pero te extraño y a veces siento que debería hablarte más, es solo que tambien siento que no importa que tan seguido te hable..la amistad está aquí. Te quiero y quiero verte triunfar Simón :)