lunes, 27 de agosto de 2012

El viento tiene alas.




Caía con desesperación y pánico este colibrí, joven y pequeño, cargado de inseguridades, de nostalgias, de cosas que le hacían pesar sus alas. Mientras pensaba que no podría más con su propio peso, llegó un colibrí más grande, quien le ayudó a recuperarse, y le dijo sin detener su vuelo:

Niño tonto, no cargues con tantos estorbos, tienes que dejarlos, que se los lleve el viento. Solo así serás el viento mismo.

Entonces, después de estar un rato solo, miró el cielo con tranquilidad, abrió las alas, y se fue.

1 comentario:

Beloved dijo...

ahora entiendo <3
somos colibríes amigo mío :)
te mando un abrazote!