Hace una semana que me siento soltero, sabiendo que llevo así más de un año. En mis pies encontré arena de mar, y costó un poco de trabajo lavar y sanar. Obvio en el sentido figurado. No hagan tanto caso, es pasada media noche y no puedo dormir.
Y es que las partidas siempre son difíciles para mi, trato o pretendo y hago el mayor esfuerzo de pensar que no me afecta, pero sí me afecta. Las despedidas nunca me gustaron. Bien digo que decir adió es crecer, pero ah, como es tentativo voltear atrás de vez en cuando.
Salud mental, eso no va muy bien. Agosto fue un mes lleno de "No's", y Septiembre fue todavía peor porque ni al "No" llegué a tener. Todo fue muy rápido, fugaz, borroso. Como un espejo humeante, en donde no me quedaban claro si las cosas iban bien o iban mal.
Tengo que arreglar muchas cosas, falta menos de una semana para mi cumpleaños. Tengo que arreglarme muchas cosas. Y a veces cuesta. A veces cansa.
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