Asi empieza el libro...
"El día 11 de noviembre de 1997, Veronika decidió que había llegado, por
fin, el momento de matarse. Limpió cuidadosamente su cuarto alquilado en un
convento de monjas, apagó la calefacción, se cepilló los dientes y se acostó.
De la mesita de noche sacó las cuatro cajas de pastillas para dormir En
vez de juntarlas y diluirlas en agua, resolvió tomarlas una por una, ya que
existe gran distancia entre la intención y el acto y ella quería estar libre para
arrepentirse a mitad de . camino. Sin embargo, a cada comprimido que
tragaba se sentía más convencida; al cabo de cinco minutos las cajas estaban
vacías...."
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