Si tuviera que escoger en dónde morir, el sitio, el momento, el con quién,
no tendría ni un instante de duda, sería tan sencillo, tanto como respirar,
o tomar el alimento que tanto me gusta, o vestirme de azul o gris. Mis colores favoritos.
No te asustes, no me creas un desquiciado, o un fanático, solo soy alguien racional, sin miedo de afrontar aquello que a todos asusta, un alguien que ha comprendido que se muere cada día desde el mismo momento en que se nace,
que hace rato afrontó el hecho de que la vida es prestada
y tenemos que disfrutarla porque solo se vive un instante, como cantan por ahí.
Que le puedo pedir a la vida, ahora que estoy en mi punto pleno de juventud?
Una silla, en la playa, al atardecer, con mis mejores amigos y mi familia a mi lado, un cigarrito y los mejores recuerdos, todos, en mi cabeza.
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