Lo que ocurre, señor Amauri, es que me permití tener el tiempo para gastarlo en ocio, hasta cansarme y entonces tener la voluntad suficiente para levantarme de la cama lentamente, y buscar pluma y papel para escribirte. Y yo estando desnudo. Porque vaya, una piedra como yo no tiene tiempo para el pudor.
Sepa usted y lo repito constantemente: me encuentro ampliamente agradecido con usted. Repetí la terminación "-mente" y la palabra "usted" en una sola frase. Qué vergüenza. Y definitivamente no me gusta el formato de esta hoja. Es demasiado pequeña y tienes
que voltearla para terminar de leer. Pero bueno, es lo que hay y en estos momentos como estos uno no puede terminar siendo caprichoso. O sí. O no.
Pues ya, quería escribirte. Y aquí estoy. Haciéndolo. Obviamente. Y nada, el mensaje es el mismo de siempre. Te quiero y te agradesco todo lo que me has dado. A pesar de que de darte nada para ti sea el recibir todo. Ya no lo creo.
Anoche vi la de Dancer in the Dark, y me acorde de ti en un texto expuesto antes de los créditos. Disculpa mi ortografía y mi terrible letra. Cuándo desayunamos?
- Simón
No hay comentarios:
Publicar un comentario