Tan memorable como amanecer junto a tus ojos esperando a que vuelva el sol. Como cuando es todavía muy temprano, y la cuidad no desierta del todo aún. Así es como te guardo. Así es como te refugio en esta coraza de oro, coleccionando estas joyas invisibles del aquí y ahora que se vuelven pasado en menos de un instante
Desde las ciudades grandes decido moverme, pasando carreteras notando estar descalzo. Presente de lo vulnerable, lo incierto. Te quiero en mi vida, necesito más manecillas. Espero tú sientas lo mismo.
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