domingo, 19 de mayo de 2013

Durmiendo en llamas


Era temprano. Lo era para mis ojos. Aquella hora en que despiertan las llamas, y nos descubrimos desnudos. Tus pájaros, quizá un poco más y volaban a mi piel, a mis ramas. Entonces me di cuenta, el colchón no era el que flotaba, y la habitación se llenaba, con su debida lentitud, de una vida compartida no habitada.
Estaba oculto, y era curioso. Soñamos, uno con el otro. Soñábamos que estábamos dormidos, ¿Quien es aquél que nos despertaba?
Se te hacía tarde para llegar, si, era curioso. A mi también me pasaba lo mismo, pero en otra proporción. Estaba oculto. Durmiendo y ardiendo.

eres un pájaro muy bonito.
Me pregunto dónde estará el punto,
aquel punto
que define todo,
cuando tú
y yo.