Le estaba contando una tarde a Mike a cerca de Gorg. De cómo fue mi amigo imaginario que un día dejó de serlo para liberarse de el niño que lo había creado, y por su cuenta decidió ser libre, independiente y feliz. Al final de contarle toda esa historia, me dijo: “Creo que Simón ya no es Jorge, sino Gorg. Simón es un niño libre y feliz. Quizá no te has dado cuenta”. Tenía razón.
Y fue entonces cuando, en la fiesta, me encuentro pegado a un costado del DJ, sentado junto a la ventana, saliéndome de mi mismo. Un segundo volteo a ver a mi derecha, y encuentro a Rodrigo bailando con Mike, bailando y checando que yo estuviera bien. Luego volteo a la izquierda, y veo al DJ, a Posse bailando y a Arturo grabando la fiesta. Me vi un momento desde fuera y me dije: “Estoy aquí, y ahora, en verdad estoy viviendo esto”.
Estábamos acostados los tres anoche, y yo no podría dormir. Sé que Gorg en algún lugar sigue jugando con mis sueños. Aún así, todo va bien.