Recuerda aquella tímida lluvia cayendo sobre nosotros, el olor de aquellos árboles que nos dieron su sombra, los atardeceres que nos llenaron de color, y aquellas manecillas que desearon durar un poco más.
Fuiste mis alas, mis noches largas, mis temblores, mi heroína. Y estos fueron nuestros últimos días estando juntos. Pero quien sabe, igual y esto es tan sólo un intro de lo que viene, de una gran orquesta. Quizá y esta no es la última canción, quizá y no nos conocen. Verás, es tan sólo la última canción si dejamos que así sea. Si dejamos que así sea. Dejamos que así sea.
Te comparto de mi fuerza, no es mucha, pero se que ambos la vamos a necesitar. Esta la podrás encontrar en el agua, ella te dirá que hacer.
Te regalo mi libertad en forma de aire, consientes que con ella volamos y nos lleva a donde tenemos que estar.
Y te regalo mi tierra, como símbolo que no importe que pase, yo voy a estar ahí, para ti.
Te lo escribo con mis manos, con mis ojos, con mi corazón. No te preocupes, nos estaremos viendo durante el resto de nuestras vidas.
Con amor, Simón Malvaez.